PABELLÓN TIERRAS DEL JEREZ

Arquitecto: Ignacio de la Peña Muñoz y Ramón González de la Peña


El pabellón Tierras del Jerez se encontraba situado en el extremo norte del Camino de las Acacias, actual calle Leonardo Da Vinci, junto al pabellón de Estados Unidos y frente a la Plaza Sony.
Construcción del pabellón - 1991

La sociedad empresarial Tierras del Jerez y sus Productos, creada por el ayuntamiento de dicha ciudad y con su alcalde, Pedro Pacheco, como presidente de la misma, creó este pabellón en el recinto de la Cartuja con el objetivo de llevar a Expo'92 el espectáculo ecuestre y el baile flamenco, pilares de sus contenidos. Su presupuesto, de cuatrocientos millones de pesetas, fue sufragado por más de cincuenta empresas andaluzas.


Varias fueron las incidencias que tuvo el bautizado como "Pabellón de la Fiesta" durante los seis meses de la Muestra Universal como el no aparecer en los planos oficiales o el impedimento de que delegaciones oficiales visitaran el pabellón, ocasionando tensiones con la propiedad organizadora de la Exposición.

El pabellón fue construido con módulos prefabricados de hierro y hormigón, junto a pistas de albero sobre una superficie de 3.000 metros cuadrados y una zona anexa donde se instalaron cuarenta boxes para los caballos.

Junto a las exhibiciones de caballos y enganches, Tierras del Jerez mostró contenidos tan variados como un androide del siglo XVIII, nueve casetas de feria, varios restaurantes, así como los automóviles ganadores del Campeonato Mundial de Fórmula 1 (Ayrton Senna) y del Mundial de Rallyes (Carlos Sainz).

En junio de 1992 se le otorgó el premio a mejor logotipo de todos los presentes en la Exposición Universal, concedido por la Federación de publicitarios andaluces.

Aparte de la zona expositiva, el pabellón ofreció distintos espacios para reforzar su oferta ante el visitante donde destacaba una tienda de productos típicos, la exhibición del Circuito de Velocidad de Jerez, un audiovisual diseñado sobre botas de vino, la presencia de Montecastillo Golf y Ocio mediante una gran maqueta, además de zonas reservadas para club de negocios y relaciones públicas.

El pabellón, de carácter permanente, pretendió integrarse en el futuro parque tecnológico Cartuja 93 como centro de enología pero los problemas financieros derivados del fin del pabellón y su gran superficie ocupada, llevó al edificio a su precipitado abandono durante gran parte de los años 90.

Como último recurso, y ante el agujero económico que había dejado la participación de Tierras del Jerez en su pabellón, se intentó vender el edificio por partes al Colegio de Médicos de Sevilla sin éxito. En 1996, Agesa acabó derribando el pabellón por un coste de 80 millones de pesetas, cuya factura pasó al Ayuntamiento de Jerez.

Derribo del pabellón - Mayo de 1996

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