PABELLÓN DE MÓNACO


Arquitecto: Fabrice Notari
Superficie de la parcela: 1195 metros cuadrados
Superficie de la parcela: 1402 metros cuadrados
Altura máxima: 11,5 metros

El Pabellón de Mónaco se encuentra en el cruce de las calles Albert Einstein y Leonardo Da Vinci, denominadas como Avenida 4 o del Ombú y Camino de las Acacias, respectivamente, durante la celebración de la Exposición Universal. Se sitúa junto al Pabellón de Cuba y el solar que dejó el pabellón de Sri Lanka.

El pabellón conjuga los colores blanco y amarillo y su fachada reproduce el Casino y el Museo Oceanográfico, dos de los monumentos más característicos de Mónaco. En su interior, el edificio está estructurado en dos plantas y un sótano; en esta última, se encuentran los sistemas de filtración y regulación junto con el laboratorio de experimentación de especies acuáticas y entre las dos plantas superiores se encuentra el acuario.

En el exterior, destacaba una estatua del príncipe Alberto I colocada en el lateral del pabellón y sobre un estanque. Experimentado navegante, el príncipe Alberto realizó más de veintiocho expediciones científicas desde las Azores hasta Noruega.

A la entrada, dos figuras que representaban los típicos guardias de palacio daban la bienvenida a los visitantes desde sus garitas. En la primera sala se exponía el Toyota Celica que dio el triunfo en el Rally de Montecarlo 1991 a los españoles Carlos Sainz y Luis Moya, así como un Bugatti de 1924. Junto a ellos, varias vitrinas mostraban "atrezzo" de la ópera a principios del siglo pasado como vestidos de caballeros y damas cortesanas.

A continuación, el visitante accedía a la joya del pabellón, el acuario denominado como "la pecera", donde se mostraba la flora y fauna del litoral monegasco. El acuario se dividía en dos niveles. En la parte superior y a la altura del acuario había una maqueta del Principado construida a escala 1/500. Un túnel de trece metros atravesaba el acuario, donde se mostraban hasta veintidós especies distintas entre tordos, doradas, sargos, peces cochinos, rubios, lubinas, róbalos e, incluso un tiburón pequeño de casi un metro de longitud.

En vitrinas aparte se mostraban varias morenas. El acuario, con 400 metros cúbicos de agua, cuatro metros de altura y doce de diámetro, también tenía cabida para los submarinistas y un robot especializado en la búsqueda de restos arqueológicos, convirtiéndose en el acuario más grande de Europa realizado en metacrilato y agua sintética. 

Tras la clausura de la Muestra Universal y hasta la actualidad, es sede de la Estación de Ecología Acuática "Príncipe Alberto I de Mónaco" dirigida por EMASESA. En esta estación, se estudia la fauna y flora del río Guadalquivir gracias al acuario que alberga en su interior: una de las mayores atracciones durante Expo'92.

Portada del Museo Oceanográfico (Mónaco) en el que se inspira el pabellón.

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