PABELLÓN DE MÉXICO


Arquitecto: Pedro Ramírez Vázquez
Superficie de la parcela: 3884 metros cuadrados
Superficie construida: 3641 metros cuadrados
Altura máxima: 20,9 metros

El Pabellón de México se encuentra en el cruce de la calle Tomas Alba Edison, denominada como Avenida 1 o del Agua durante la celebración de Expo'92 y el Camino de los Descubrimientos, junto al Pabellón de Puerto Rico y a la estación norte del telecabina.

El edificio, de claro aire precolombino, está estructurado en una pirámide plana  de piedra blanca que imita los templos prehispánicos y consta de dos espacios: un edificio de dos plantas, a los que se accede por una rampa que finaliza en una doble aspa de 18 metros de altura, que además de recordar la escritura de "México" con "X", simbolizaba el cruce e integración de culturas.


Terraza del pabellón en 1992
La entrada al pabellón tenía como protagonista a la mariposa monarca, especie natural protegida que viaja más de tres mil kilómetros desde América hasta México para pasar el invierno. 

Como ejemplo de la flora mexicana, se mostraba en el exterior del pabellón un ejemplar de cardón sahuaro, un cactus de grandes dimensiones y milquinientos años de antigüedad con un peso de seis toneladas. Este ejemplar de diecisiete metros de altura se vio favorecido por su traslado debido a su situación original a orillas de una carretera en Mexicali y la primera intención fue llevarlo de vuelta a su lugar de origen.

El recorrido controlado por el pabellón, en un solo sentido y por grupos, estaba guiado por el espectáculo multimedia "Trama y destino", que se distribuía a lo largo de varias salas. Tras pasar por una exhibición de paneles luminosos de diferentes ciudades ancestrales, el grupo era conducido a una sala oscura donde se proyectaban dos montajes que mostraban imágenes de civilizaciones antiguas de la zona, haciendo hincapié en el hecho de que ya existían antes del descubrimiento. Una maqueta de la ciudad de Tecnochticlán, un calendario azteca y una escultura de un guerrero águila completaban los contenidos de esta sala.

A continuación, una muestra audiovisual enseñaba a los visitantes la llegada de los misioneros españoles al país, así como la aportación agrícola y cultural de México. En el medio de la sala, una cruz atrial, como la que los españoles colocaban en cada plaza tomada, hacía referencia a la imposición de los conquistadores.

El México contemporáneo se representaba a través de un video-wall formado por 19 pantallas que emitían imágenes en directo desde distintos países de América Latina.


Los sótanos del edificio se reservaron para la empresa mexicana Televisa, que los convirtió en un estudio de grabación donde se editaban y grababan distintos programas. A través del satélite Panamsat y varias cadenas nacionales, se emitían dos horas diarias de resúmenes o programas pregrabados desde la Isla de la Cartuja, así como un boletín informativo diario de Expo'92 y un programa musical con la Plaza Sony como escenario.

En la azotea se instalaron una serie de maquetas de los templos más representativos de México, los centros ceremoniales mesoamericanos divididos en nueve agrupaciones: Tenochtitlán, Teotihuacán, Uxmal, Palenque, Chichenitza, Tajin y Montealbán, entre otros.

Estas maquetas, construidas a escala y 1,25 metros de altura se fabricaron en México bajo la supervisión del comisario del pabellón, Pedro Ramírez Vázquez, también arquitecto de este pabellón y del COI.

El pabellón en obras en 1992
En el exterior, y frente al edificio, se encontraba situado el poste del espectáculo "Los voladores de Papantla", una de las estrellas del pabellón, donde cinco hombres ataviados con atuendos dieciochescos de influencia española se colgaban a una altura de 30 metros para después dejarse caer con la simple sujección de una cuerda. En este ritual prehispánico, cuatro de los hombres giran cabeza abajo alrededor del poste durante tres intensos minutos mientras que el cuarto, en la cima del poste, toca una flauta de carrizo y el tambor de conejo. La ceremonía establecía 13 vueltas, que multiplicadas por los cuatro voladores eran 52, número de los años del calendario mesoamericano.
El pabellón, de carácter efímero, fue construido con la idea de su posterior traslado a México pero tras la clausura de la Muestra Universal, permaneció en Sevilla, siendo sede de empresas como Sevilla TV o Endesa. En la actualidad, esta original construcción pertenece a Cartuja Producciones, una empresa dedicada a prestar servicios audiovisuales de actos públicos.

Respecto a las remodelaciones que ha sufrido el pabellón, cabe destacar la de los estanques que circundaban el edificio, que actualmente se han convertido en unos parterres plantados con césped; la incorporación de unas escaleras de servicio cubiertas en la parte oeste del pabellón, así como la pérdida de algunos elementos como el letrero de "México" que daba la bienvenida al pabellón, el mural floral y de espejos que forraba la fachada este o la cuadra del caballo Mixteco.

Todavía se conserva, en un estado bastante mejorable, el mosaico del suelo que rodea el pabellón, el mástil de la bandera y el usado por los Voladores para su espectáculo, además de una de las cabezas olmecas bajo la gran equis del edificio o los tornos de entrada.

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