PABELLÓN DE AUSTRIA

Arquitecto: Volker Giencke


El pabellón en 1992



El Pabellón de Austria se encontraba en la calle Marie Curie, antigua Avenida 3 o de las Palmeras durante la Expo '92, junto a los pabellones de Hungría y de Suecia.

Austria fue el primer país en presentar todos los documentos necesarios para asistir a la Exposición Universal con un pabellón vanguardista e innovador, presupuestado en más de 6.000 millones de pesetas y comenzando las obras en abril de 1991, un años antes de la inauguración de la Muestra.

Proyecto para el pabellón - 1990
El edificio era, en esencia, de acero y vidrio, siendo concebido como un pabellón de día, en el que la luz solar jugaba un importante papel. Constaba de una planta de entrada, una zona central de exposición, un sótano y una planta superior donde se encontraban el restaurante y las oficinas.

Incluía también dos cubiertas con aspecto de cristal (placas 'Reflexión', de un centímetro de espesor y traídas desde Austria), que poseían un sistema metálico de protección para reflejar la luz solar y disminuir las altas temperaturas del verano sevillano, devolviendo a la atmósfera el 83% de la energía solar que recibían. Además, un sistema de bombeo creaba una pantalla de agua que discurría por las cubiertas hasta el suelo, contribuyendo a mantener fresco el pabellón y alimentando los estanques interiores.

Simulador de esquí


La puerta de acceso estaba presidida por una original fuente compuesta por una enorme piedra de granito que, mediante sistemas de agua a presión, podía moverse sin apenas esfuerzo.

En cuanto a los contenidos expositivos y bajo el lema "Austria, un impulso vivo en Europa", el pabellón quiso mostrar la naturaleza y la tecnología del país mediante estanques y especies vegetales, creando un entorno natural a lo largo de la planta principal, incluyendo los temas "Paisaje tecnológico", "Paisaje de arte y cultura" y "Paisaje de sonidos". Así mismo, se incluyeron robots que mostraban los principales avances tecnológicos de la nación, un simulador de esquí o un sistema de emisión de sonidos por línea telefónica desde Austria. También se incluyeron espacios reservados a cada región austriaca, con finalidad de promoción turística, sin faltar un restaurante autoservicio con la gastronomía típica del país.

Montaje del interior del pabellón


Además, el pabellón austriaco quiso hacer un regalo a la ciudad de Sevilla, donando un parque infantil vienés a la capital. Se situó en el Parque de los Príncipes y todo su mobiliario procedía de la capital austriaca: Viena.

Tras la clausura de la Muestra Universal, el edificio quedó en propiedad de la empresa informática Controlbán, siendo una de las primeras empresas en mudarse al recién inaugurado Parque Tecnológico Cartuja 93 en el año 1993. Tras la quiebra de la empresa, el pabellón cayó en el abandono y acabó siendo demolido en enero de 2007.

Exterior e interior del pabellón en 2006

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