Arquitecto: Eulalia A. Marqués Garrido
El pabellón de Mauritania se encontraba en una parcela ocupada hoy en día por los jardines del Monasterio de la Cartuja junto a la calle 15, actual Johann G. Gutenberg y se emplazaba entre los pabellones de Omán y de los Emiratos Árabes Unidos, en la zona de pabellones orientales.
El edificio que representó a esta pequeña república del noroeste africano estaba constituido por una sala de exposiciones tronco-piramidal de hierro con base cuadrada cuyas paredes interiores se inclinaban hacia dentro, imitando las formas de las edificaciones de la zona subsahariana. A su vez, la estructura parecía hundirse en la arena, rodeada de tiendas y senderos, imitando el desierto mauritano.
El acceso mediante una larga rampa que parecía hundirse en el terreno hasta la entrada del pabellón daba la idea de estar entrando en una mina, uno de los sectores industriales más importantes de este país.
"Jaima" e interior del pabellón |
En el interior del pabellón, que constaba de una sola sala, se mostraban todos los aspectos de la vida cotidiana de las tribus nómadas mediante objetos típicos: orfebrería en plata, bisutería, monturas de camellos, vestidos tradicionales, etc.
Una de las curiosidades del pabellón fue una representación de una pequeña "jaima" en el exterior del edificio con todos sus detalles, desde alfombras y bolsas de viaje en cuero hasta ejemplares del Corán o una "khabta", la cama típica de las zonas desérticas.
Mauritania (Dcha.) junto a los pabellones de Oriente Medio |
En el exterior del pabellón y sobre un techo inclinado se encontraba el zoco, una tienda donde se podían adquirir productos artesanos de Mauritania que gozó de bastante afluencia durante la Expo, hasta el punto de agotar existencias.
Tras la clausura de la Exposición, el edificio, que había sido construido por la Sociedad Estatal y cedido al país, fue demolido al entrar en la categoría de pabellones efímeros en los primeros meses de 1993.
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