Arquitecto: Santiago Calatrava
Superficie de la parcela: 1429,8 metros cuadrados
Superficie construida: 1848 metros cuadrados
Altura máxima: 22,5 metros
El Pabellón de Kuwait es uno de los pocos que perduran en la calle Charles Darwin, denominada como Avenida 5 o de los Arces durante Expo'92. Se encuentra entre las parcelas que ocuparon los Pabellones de Mauritania y de Túnez, respectivamente, que actualmente están ocupadas por otros edificios de reciente construcción.
Pese a su compromiso de participación en Expo'92 firmada en noviembre de 1989, Kuwait vio amenazada su presencia en la Isla de la Cartuja por el estallido del conflicto de la Guerra del Golfo a principios de la década de los 90. Finalmente, este país de Oriente Medio logró, mediante ayuda de la sociedad estatal, construir un pabellón con un presupuesto de 1.000 millones de pesetas.
Su arquitecto, el español Santiago Calatrava, también creador del Puente del Alamillo, lo diseñó como un edificio de doble planta rectangular, circundado por dos estanques. Está constituido por tres niveles: una planta inferior donde se albergaban los aparatos técnicos y de climatización, la zona de recepción de invitados especiales; el nivel de zócalo, con un gran vestíbulo y una sala de 400 metros cuadrados y la superficie, que durante la Muestra Universal fue un espacio público a modo de terraza al aire libre que quedaba protegida con la cubierta móvil.
A este patio superior se accedía por una gran escalinata que dotaba de monumentalidad al conjunto. Así mismo, para permitir el paso de luz natural a la planta baja, el suelo curvo se realizó en mármol translúcido pegado a vidrios de seguridad.
Su elemento más singular y característico fue una cubierta con 17 brazos móviles de madera, que en posición abierta alcanzan los 25 metros de altura.
En la planta baja se exponían imágenes del Kuwait histórico y del actual, a través de un audiovisual compuesto por nueve pantallas. Así mismo, se exponían maquetas de torres petrolíferas, diagramas y mapas para mostrar al visitante los logros de la Corporación kuwaití del petróleo y sus filiales, principal empresa pública del país.
Se exponían también esculturas de artistas kuwaitíes, realizadas en madera, que representaban la maternidad y piezas provenientes del Museo Nacional de Kuwait. En otra sala se representaba la sala de estar de una casa típica del país y objetos cotidianos tradicionales: una alfombra de piel de camello, cojines, cafeteras, etc.
Haciendo referencia a su pasado pesquero, Kuwait mostró también una réplica de un barco de juncos para la pesca junto a otros de distinta época y tamaño, unos nueve en total, además de aparejos y herramientas navales.
De épocas pasadas se exponían piezas islámicas como vasijas, cuencos, monedas, anillos de bronce, estatuas de terracota, cerámica; además de objetos de la época Helenística y del Bronce: cuencos ornamentados, materiales de piedra tallados o puntas de lanza.
Tras la clausura de la Muestra Universal, se estudió integrar el edificio en el parque tecnológico Cartuja 93 y usarlo como centro de reutilización del petróleo y sus derivados, acogiendo finalmente el Centro de las Nuevas Tecnologías Energéticas, especializado en las energías renovables.
En 2003, la Junta de Andalucía restauró el pabellón, catalogado como Patrimonio Histórico Artístico para acoger la sede de Egmasa, la Empresa de Gestión Medioambiental. A día de hoy, el mecanismo de apertura de la cúpula está inutilizado y los desperfectos en las grandes piezas de madera son visibles, aunque el estado general del pabellón es bueno.
El Pabellón de Kuwait es uno de los pocos que perduran en la calle Charles Darwin, denominada como Avenida 5 o de los Arces durante Expo'92. Se encuentra entre las parcelas que ocuparon los Pabellones de Mauritania y de Túnez, respectivamente, que actualmente están ocupadas por otros edificios de reciente construcción.
Pese a su compromiso de participación en Expo'92 firmada en noviembre de 1989, Kuwait vio amenazada su presencia en la Isla de la Cartuja por el estallido del conflicto de la Guerra del Golfo a principios de la década de los 90. Finalmente, este país de Oriente Medio logró, mediante ayuda de la sociedad estatal, construir un pabellón con un presupuesto de 1.000 millones de pesetas.
Proceso de movimiento de la cubierta móvil |
A este patio superior se accedía por una gran escalinata que dotaba de monumentalidad al conjunto. Así mismo, para permitir el paso de luz natural a la planta baja, el suelo curvo se realizó en mármol translúcido pegado a vidrios de seguridad.
Su elemento más singular y característico fue una cubierta con 17 brazos móviles de madera, que en posición abierta alcanzan los 25 metros de altura.
En la planta baja se exponían imágenes del Kuwait histórico y del actual, a través de un audiovisual compuesto por nueve pantallas. Así mismo, se exponían maquetas de torres petrolíferas, diagramas y mapas para mostrar al visitante los logros de la Corporación kuwaití del petróleo y sus filiales, principal empresa pública del país.
Se exponían también esculturas de artistas kuwaitíes, realizadas en madera, que representaban la maternidad y piezas provenientes del Museo Nacional de Kuwait. En otra sala se representaba la sala de estar de una casa típica del país y objetos cotidianos tradicionales: una alfombra de piel de camello, cojines, cafeteras, etc.
Haciendo referencia a su pasado pesquero, Kuwait mostró también una réplica de un barco de juncos para la pesca junto a otros de distinta época y tamaño, unos nueve en total, además de aparejos y herramientas navales.
De épocas pasadas se exponían piezas islámicas como vasijas, cuencos, monedas, anillos de bronce, estatuas de terracota, cerámica; además de objetos de la época Helenística y del Bronce: cuencos ornamentados, materiales de piedra tallados o puntas de lanza.
Tras la clausura de la Muestra Universal, se estudió integrar el edificio en el parque tecnológico Cartuja 93 y usarlo como centro de reutilización del petróleo y sus derivados, acogiendo finalmente el Centro de las Nuevas Tecnologías Energéticas, especializado en las energías renovables.
En 2003, la Junta de Andalucía restauró el pabellón, catalogado como Patrimonio Histórico Artístico para acoger la sede de Egmasa, la Empresa de Gestión Medioambiental. A día de hoy, el mecanismo de apertura de la cúpula está inutilizado y los desperfectos en las grandes piezas de madera son visibles, aunque el estado general del pabellón es bueno.
2 comentarios:
No son 16 los brazos de la cubierta, sino 17
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