PABELLÓN DE RUSIA

Arquitecto: Juris Poga y Aigars Sparans





El pabellón de Rusia se encontraba situado en el cruce del Camino de las Acacias, actual calle Leonardo Da Vinci y la Avenida 4 o del Ombú, actual calle Albert Einstein, y se emplazaba entre los pabellones de Venezuela y de El Corte Inglés.

La caída del Muro de Berlín y con ello, la del bloque comunista en Europa, junto a la constitución del nuevo país ruso, marcaron los primeros meses del pabellón ruso en Sevilla, que representó en origen a la extinta URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas) para después convertirse en el pabellón de Rusia, hecho que quedó simbolizado con el cambio del antiguo letrero de la URSS por uno nuevo de Rusia en 1991. 

El edificio que albergó al país ruso en Expo'92 se concibió con una fachada en forma de escalera integrada por paralelípedos multicolores, rojo, verde, blanco y azul, representando la bandera del país, que a través de un ordenador podían girar, variando el color, el dibujo o la inscripción, convirtiéndose en una de las fachadas más originales de la Exposición Universal.

Construcción del pabellón en 1990
El pabellón ocupaba una superficie de 5.000 metros cuadrados, de los cuales tres mil se destinaron a zona expositiva y los mil restantes al restaurante y una sala de espectáculos con capacidad para 400 personas.

La exposición se compuso en tres secciones diferenciadas y de forma escalonada: "El hombre descubre la Tierra", "El hombre descubre el Cosmos" y "El hombre se descubre a sí mismo". En la primera, se mostraban las relaciones entre España y Rusia a través de distintas pantallas como información de ambos países o los viajes de exploradores rusos.

A la entrada, la cultura siberiana se mostraba con muestras de objetos antiguos: objetos de marfil y madera, ropas de curanderos y hechiceros, así como una maqueta de Tobolsk, capital siberiana durante el siglo XVIII. 

La segunda sección mostraba la trayectoria espacial del país desde su primer lanzamiento en 1957, cuando el primer satélite terrestre, el "Sputnik" se puso en órbita. Una réplica a escala real del satélite se mostraba en el pabellón, además de un rover para futuras misiones en Marte o un satélite meteorológico, todos ellos originales, convirtiéndose en la sección más interesante del pabellón ruso.

En el centro del pabellón se situaba un templo ortodoxo, religión mayoritaria en Rusia, con un icono de la Santa Trinidad y ocho campanas del siglo XVIII que sonaban tres veces al día.

La última sección del pabellón, "El hombre se descubre a sí mismo", estaba dedicada a las investigaciones de científicos rusos en los campos de la biología y la psicofisiología.

Tras el cierre de la Muestra Universal, el pabellón, de carácter efímero, fue demolido en el primer mes de 1993, a la vez que decidía donar la réplica del satélite Sputnik al futuro parque temático Cartuja. El Parque de los Descubrimientos que actualmente se encuentra en el interior del Pabellón de la Navegación como parte de su exposición permanente.


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