PABELLÓN DEL COI




Arquitecto: Rafael de la Hoz y Pedro Ramíres Vázquez
Superficie de la parcela: 1017 metros cuadrados
Superficie construida: 1241 metros cuadrados
Altura máxima: 9,4 metros

El Pabellón del COI se encuentra situado en la calle Matemáticos Rey Pastor y Castro, junto a los Jardines del Guadalquivir, y frente a los pabellones de Retevisión y de Cruzcampo.

Este edificio de dos plantas combina armoniosamente formas clásicas con estructuras vanguardistas. Su diseño está inspirado en un templo griego, símbolo de los orígenes del olimpismo, con una planta rectangular articulada en un atrio de entrada y otras dos salas. Además, podían observarse los aros olímpicos dibujados sobre la gran azotea del edificio.

El acceso al edificio se realiza a través de una puerta adintelada situada en el atrio, donde se encuentran dos pilares donde aún se pueden ver los aros olímpicos tallados en relieve. Era esta la primera vez que el Comité Olímpico Internacional tenía representación física en una Exposición Universal.

Entre sus contenidos, divididos en cuatro salas, destacaba una exposición de obras de arte relacionadas con el olimpismo, así como su historia desde sus orígenes hasta la actualidad, provenientes de la propia colección del Comité Olímpico. La exposición estaba protagonizada por Alegoría, un mural de Antoni Tàpies creado por encargo para decorar el interior del pabellón.

El pabellón de noche, con la escultura Citius, Altius, Fortius en primer plano


El visitante también podía disfrutar de otras obras como dos vasos griegos decorados con figuras negras; el torso atlético procedente de Itálica, cedido por el Museo Arqueológico de Sevilla, o un mosaico romano procedente del Museo Arqueológico de Barcelona, relacionado con el olimpismo, así como la escultura El atleta americano, de Rodin; o el cuadro El atleta cósmico, de Dalí, cedido por la Casa Real.

En la siguiente sala, se exhibía una importante colección de antorchas olímpicas, con representación de los Juegos Olímpicos desde 1936 hasta 1988 donde se realizaba una sinopsis del desarrollo del olimpismo moderno. A continuación, se entraba en una galería donde se promocionaban las futuras sedes olímpicas,: Atlanta, Lillehammer  y Nagano, destacando la sede de ese año, Barcelona '92.

Esta galería estaba flanqueada en la parte superior por sendas graderías que evocaban un estadio, en las que se asentaban los nombres y años de todas las ciudades que hasta entonces habían sido sede de juegos olímpicos, de un lado los de verano, del otro los de invierno. En el centro, suspendidas en el espacio entre las dos graderías, una secuencia de dinámicas siluetas luminosas de atletas en acción cambiaban gradualmente de color.

La cuarta sala se destinó a la promoción del principal patrocinador del  pabellón, al fondo de la cual se dispuso un videomuro como remate visual del eje central de circulación. En la planta superior, a su vez, se situaron la oficina del comisario del pabellón y las salas y servicios para la recepción de personalidades.

Interior de una de las salas de exposición


Uno de los principales contenidos que destacaban en el Pabellón del COI era la gran escultura realizada por  el artista andaluz Miguel Ortiz Berrocal: Citius, Altius, Fortius, que representaba el torso de un atleta olímpico dividido en seis partes.

Esta escultura era móvil y, mediante un mecanismo, hacía que sus seis piezas se abrieran y cerraran, además de girar sobre sí mismas continuamente en períodos de dos horas, con un descanso de 30 minutos entre ellos. Comenzaba a funcionar a las 10:00 horas y finalizaba a las 22:00 horas. Tras la clausura de la Muestra Universal, la escultura fue trasladada al Museo Olímpico de Lausana, Suiza, donde también se encuentra el tapiz que decoraba el interior del pabellón, creado por el artista catalán Tàpies.


El pabellón en la actualidad

Aunque se barajó la posibilidad de transformar el edificio en un museo sobre las Olimpiadas de Barcelona de 1992, tras la Exposición Universal, el edificio sufrió claras modificaciones, tanto en el exterior como en el interior y se adaptó para incluirse en el parque temático 'Cartuja. El Parque de los Descubrimientos', donde funcionó como "Poseidón": un centro de simuladores de vuelos espaciales para niños durante la primera temporada del parque en 1993, y como "Aventurama": una atracción de rayos láser tridimensionales en su segunda temporada de 1994.

El pabellón en el año 2000 aún con la zona del pebetero
Tras el cierre del parque temático, el pabellón estuvo en estado de abandono hasta que en el año 1999 se remodeló para acoger la conocida discoteca "Antique". En la actualidad, se encuentra dividido en tres zonas: una cafetería-bar de copas, discoteca y terraza en el jardín donde, durante la Expo '92, se encontraba el pebetero olímpico. Dicho pebetero se encuentra actualmente en la Glorieta Olímpica junto al Puente del Alamillo.

Como curiosidad, cabe destacar que este edificio fue el único lugar donde ardió una llama olímpica después de terminar unos Juegos Olímpicos.

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