Arquitecto: Alenius, Silfverhielm y Ahlund
El pabellón de Suecia se encontraba situado en Avenida 3 o de las Palmeras, actual calle Marie Curie, entre los pabellones de Austria y de Finlandia.
El edificio que acogió a Suecia durante la Exposición Universal contó con una superficie total construida de 2.300 metros cuadrados y un presupuesto de 60 millones de coronas, unos 1.100 millones de pesetas al cambio. En su construcción destacó la madera como material principal y en su diseño se trabajó por la síntesis de las construcciones clásicas mediterráneas y la sencillez de los elementos constructivos de la arquitectura sueca.
Con el lema "Suecia luz de inspiración", los suecos presentaron en Expo'92 un contenido donde aunaban la tradición clásica nórdica y el futuro más inmediato. La visita, que comenzaba en la planta baja del pabellón, arrancaba con el reflejo de la antigüedad y la tradición sueca y los personajes más destacados de esta tierra.
Un conjunto de árboles, todos ellos naturales, representaban uno de los múltiples bosques que pueblan el país, además de cantos de pájaros, luz tenue o una bajada de la temperatura, para que el visitante pudiera imaginar estar paseando por un bosque sueco.
Entre los múltiples inventos de origen sueco que se mostraron en el pabellón se podía encontrar el frigorífico, inventado por la sueca Electrolux en 1922; el cinturón de seguridad de tres puntos, desarrollado por la marca de vehículos Volvo, así como el termómetro de grados Celsius o la dinamita, inventada por Alfred Nobel, quien después crearía el premio que lleva su nombre.
En la planta más alta se reproducía el futuro, mediante una representación de arte, exposiciones, seminarios y un centro de comunicaciones. Otro de los puntos fuertes del pabellón era su auditorio, dotado con un innovador sistema de sonorización.
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