PABELLÓN DE SRI LANKA

Arquitecto: Conrad Design Pacific Limited



El pabellón de Sri Lanka se encontraba situado en el Camino de las Acacias, actual calle Leonardo Da Vinci, junto a los pabellones de Cuba y Mónaco y frente al de Papúa Nueva Guinea.

Frente al pabellón, una reproducción de un Buda de Aukana de 12 metros de altura presidía la fachada del edificio, representando la religión budista, símbolo de este país conocido anteriormente como Ceilán, así como de su cultura y civilización, principales objetivos de las exposiciones del pabellón.

A los pies de Buda, destacaba la fuente de los deseos, donde los visitantes tiraban una moneda como suelen hacer los habitantes de Sri Lanka. La Luna y el Sol, a ambos lados de la gran estatua y el tradicional techo dorado encima de éstos, simbolizaban culturalmente la eternidad.

En la entrada se encontraban dos accesos, uno dirigido al restaurante y espectáculos y otro a la zona de exposición, esta última custodiada por dos esculturas de leones, simbolizando la valentía de la nación y dando la bienvenida al pabellón.

Sri Lanka destacaba en sus contenidos otra de sus facetas históricas: su primordial importancia en la ruta de las especias. Y a través de esta ruta, su conexión con el descubrimiento.

En el interior, el techo quedaba decorado por grandes tapices colgantes en colores rojo, amarillo, negro y blanco. En la zona de exposición, grandes paneles con fotografías informaban al visitante sobre las costumbres, las gentes y la historia de este país. También se podía observar una muestra de coloridas piedras preciosas y una demostración de su posterior preparación como joyas.

Tras la clausura de la Exposición Universal y debido a su concepción como pabellón efímero, su derribo se acometió en los primeros meses de 1993. Sus restos, junto a los del pabellón de Japón, se trasladaron al norte de la Isla de la Cartuja para formar una colina donde plantar vegetación en la zona conocida como Isla de Tercia.

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