Arquitecto: Paul Henry Engh
El pabellón de Noruega se encontraba situado en el cruce de la Avenida 3 o de las Palmeras, actual calle Marie Curie, con el Camino de las Acacias, actual calle Américo Vespucio, junto a los pabellones de Finlandia y Dinamarca.
Siendo, junto a Canadá, el primer participante en Expo'92 en finalizar las obras de construcción de su pabellón el 5 de diciembre de 1991, Noruega presentó un proyecto de edificio en el que destacaba su estructura de 46 metros de longitud en forma de "tubo".
En un recorrido de 13 minutos, el visitante descubría a través de un espectáculo multimedia la importancia del agua para Noruega, haciendo patente el lema del pabellón: "El agua es vida". Todo el recinto del edificio estaba cubierto por un estanque, simulado por un enorme receptáculo de aluminio lleno de agua y elevado a un metro sobre el suelo.
Un pórtico de hielo que emergía desde el estanque daba la bienvenida al público visitante, que accedía al interior del pabellón, recubierto de hielo brillante gracias a una avanzada tecnología de congelación. El hielo (procedente de agua del río Guadalquivir) mezclado con sal era regado gradualmente gracias a una computadora a una temperatura de 35ºC bajo cero, que mantenía un grosor de 17 centímetros.
El espectáculo audiovisual del interior, formado por ciento quince proyectores y diez mil fotografías de Noruega, mostraba imágenes de la historia del país, la navegación, la pesca, el petróleo y el poder hidroeléctrico del país noruego, haciendo que se reflejaran por todas las superficies del "tubo".
A continuación, el visitante entraba en el suelo del pabellón, donde se encontraban con la tienda, el bar y el restaurante del pabellón: "La rica Noruega", así como una estafeta de correos donde el servicio de Correos noruego vendía sellos conmemorativos del pabellón y álbumes filatélicos.
Tras el cierre de la Muestra Universal se procedió al traslado de sus contenidos a Oslo (Noruega) y el derribo del edificio se acometió en el mes de noviembre del mismo año.
Anteproyecto de 1989 |
Un pórtico de hielo que emergía desde el estanque daba la bienvenida al público visitante, que accedía al interior del pabellón, recubierto de hielo brillante gracias a una avanzada tecnología de congelación. El hielo (procedente de agua del río Guadalquivir) mezclado con sal era regado gradualmente gracias a una computadora a una temperatura de 35ºC bajo cero, que mantenía un grosor de 17 centímetros.
El espectáculo audiovisual del interior, formado por ciento quince proyectores y diez mil fotografías de Noruega, mostraba imágenes de la historia del país, la navegación, la pesca, el petróleo y el poder hidroeléctrico del país noruego, haciendo que se reflejaran por todas las superficies del "tubo".
A continuación, el visitante entraba en el suelo del pabellón, donde se encontraban con la tienda, el bar y el restaurante del pabellón: "La rica Noruega", así como una estafeta de correos donde el servicio de Correos noruego vendía sellos conmemorativos del pabellón y álbumes filatélicos.
Tras el cierre de la Muestra Universal se procedió al traslado de sus contenidos a Oslo (Noruega) y el derribo del edificio se acometió en el mes de noviembre del mismo año.
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