Arquitecto: Fred Temme, Moshe Zwarts y Rein Jansha
El pabellón de Holanda se encontraba situado en la Avenida de Europa, actual calle Isaac Newton, entre los pabellones de Luxemburgo y de Bélgica.
Los Países Bajos presentaron en Expo'92 un pabellón con estructura abierta de columnas cuyas paredes exteriores estaban realizadas en un material sintético por el que discurría agua continuamente, haciendo que el edificio fuera totalmente transparente. Este innovador sistema de refrigeración "desert cooling" por evaporación hacía descender hasta en 5ºC la temperatura del pabellón y a su vez hacía ascender el aire hacia el techo, compuesto por dos cojines de aire de 15 metros de ancho por 40 de largo.
El pabellón estaba financiado en dos tercios por el gobierno holandés y el resto por patrocinadores privados con un presupuesto total de 750 millones de pesetas. En la planta baja, denominada Plaza Holanda, el visitante podía visualizar una pantalla gigante que emitía imágenes del país continuamente.
A continuación, los contenidos se dividían en tres temas principales, que se visualizaban a través de túneles con escaleras automáticas: el agua, como elemento principal del país; la tierra y la economía y tecnología. En La primera planta, a la que se accedía por una larga pasarela, se mostraba la flora autóctona, surtida con especies traídas desde Holanda dos veces por semana.
Philips, la empresa holandesa por excelencia, hizo gala de un innovador sistema compact-disc interactivo donde el público podía tener información de los distintos sectores del país. En la última planta, un conjunto de 90 monitores mostraban imágenes de la cultura holandesa (música, teatro, cine, danza...)
Los Países Bajos presentaron en Expo'92 un pabellón con estructura abierta de columnas cuyas paredes exteriores estaban realizadas en un material sintético por el que discurría agua continuamente, haciendo que el edificio fuera totalmente transparente. Este innovador sistema de refrigeración "desert cooling" por evaporación hacía descender hasta en 5ºC la temperatura del pabellón y a su vez hacía ascender el aire hacia el techo, compuesto por dos cojines de aire de 15 metros de ancho por 40 de largo.
El pabellón estaba financiado en dos tercios por el gobierno holandés y el resto por patrocinadores privados con un presupuesto total de 750 millones de pesetas. En la planta baja, denominada Plaza Holanda, el visitante podía visualizar una pantalla gigante que emitía imágenes del país continuamente.
A continuación, los contenidos se dividían en tres temas principales, que se visualizaban a través de túneles con escaleras automáticas: el agua, como elemento principal del país; la tierra y la economía y tecnología. En La primera planta, a la que se accedía por una larga pasarela, se mostraba la flora autóctona, surtida con especies traídas desde Holanda dos veces por semana.
Philips, la empresa holandesa por excelencia, hizo gala de un innovador sistema compact-disc interactivo donde el público podía tener información de los distintos sectores del país. En la última planta, un conjunto de 90 monitores mostraban imágenes de la cultura holandesa (música, teatro, cine, danza...)
Tras finalizar la Expo'92 y como estaba planeado, el edificio se desmontó y transportó a su tierra natal para formar parte del que sería a partir de 1994, parque temático Archeon, en la localidad holandesa de Alphen Aan Den Rijn, donde hizo las funciones de edificio principal durante varios años. Finalmente fue demolido debido a los altos costes de mantenimiento que suponía y su progresivo deterioro.
Desmontaje del pabellón - 9 de enero de 1993 |
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