Arquitecto: José Antonio Franco Taboada
El pabellón de Galicia se encontraba en el Camino de Andalucía, entre los pabellones autonómicos de Cataluña y de Asturias y frente al Lago de España de la Exposición Universal.
Con la cultura y tradición junto al Camino de Santiago y el Xacobeo 93 como estandartes de este pabellón, Galicia presentó en Expo'92 un edificio de cuatro plantas cuya arquitectura y construcción facilitaban el desmontaje y posterior traslado a tierras gallegas, donde se instalaría para albergar otras funciones tras el cierre de la Muestra.
La sede gallega para 1992, que supuso un coste de 550 millones de las antiguas pesetas, estaba compuesta por un gran prisma de acero y cristal erguido sobre piedra, en el que cobraban protagonismo lo materiales autóctonos: el granito gris de Lugo, rosa de Porriño o la pizarra de Orense.
Pelegrín destaca sobre el borde del Lago de España |
La organización del pabellón tuvo muy en cuenta la Expo-Noche junto al resto de pabellones autonómicos por su emplazamiento privilegiado en el borde del Lago de España. Para ello, se instaló una zona de bar y un restaurante con gastronomía típica gallega, además de la concepción de su escalinata principal como lugar de observación de los espectáculos nocturnos de la Expo. Así mismo, un "Pelegrín" (mascota oficial del pabellón) gigante situado sobre el pabellón se iluminaba cada noche para destacar el edificio sobre el resto de sus vecinos autonómicos.
En cuanto a los contenidos, giraron en torno al próximo Año Santo Compostelano de 1993, donde Galicia vio la Expo como un escaparate perfecto para promocionar el que sería el evento del año. Cuando el visitante entraba al pabellón, este podía visualizar distintos aspectos de la comunidad mediante pantallas gigantes de vídeo en alta definición: la industria, cultura, geografía, turismo, etc. Así mismo, una maqueta a escala 1:25 de la Catedral de Santiago que quedaba suspendida por cables sobre la sala de exposiciones se convirtió en uno de los elementos más destacados del pabellón.
A continuación, el recorrido avanzaba por la planta sótano: 2.400 millones de folletos explicativos, vitrinas y grandes fotografías promocionaban los sectores más importantes de la región. En las plantas superiores, los contenidos se complementaban con una exposición de arte gallego. Así mismo, se encargó a distintos artistas gallegos una serie de esculturas que se situaron en el exterior del edificio, formando una exposición de arte escultórico.
Tras la clausura de la Muestra, y siguiendo el ejemplo de algunos vecinos de autonomía como Asturias o Aragón, se trasladó el edificio al completo junto con la colección de esculturas que rodeaban el pabellón a Santiago de Compostela donde sería sede de la Sociedad de Gestión del Plan Xacobeo. Tras esto, la parcela que dejó libre el edificio se integró en el parque temático Cartuja. El Parque de los Descubrimientos, que fue acondicionada para albergar el Palacio del Patinaje en su primera temporada en 1993.
A partir de 2015, el edificio en su nuevo emplazamiento, albergó en su interior la Agencia Gallega de Industria Forestal, entidad que no llegó a habitar el espacio más de un año, cayendo el pabellón en un estado de abandono que llega hasta nuestros días, a la espera de una rehabilitación completa para albergar algún ente de la Xunta de Galicia.
El pabellón en la actualidad |
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