Arquitecto: Peter Hill
Superficie de la parcela: 3529 metros cuadrados
Superficie construida: 4931 metros cuadrados
Altura máxima: 21,3 metros
El Pabellón de Nueva Zelanda es uno de los pocos pabellones que todavía está en pie en la actual calle Leonardo Da Vinci, denominada como Camino de las Acacias durante Expo'92. Se encuentra junto a la parcela que ocupó el Pabellón de los Estados Unidos y frente al Pabellón de Turquía.
El edificio está formado por una reproducción arquitectónica, de trece metros de altura, con la que se quiso simbolizar el primer paisaje avistado por el capitán James Cook a su llegada a Nueva Zelanda. Así, la "escultura" contaba con cascadas, brisas marinas, olas y plantas, además de pájaros y animales mecánicos para realizar una representación lo más real posible. Además, uno de los protagonistas del pabellón fueron los llamados "maoríes", un grupo de nativos que interpretaban danzas folclóricas y música en un escenario habilitado junto a las rocas de la fachada.
En un recorrido cerrado con capacidad para 450 personas, la visita comenzaba tras cruzar un pequeño puente de madera que daba acceso a una cueva tras las rocas de la fachada. En la primera sala, de forma circular, se mostraban estatuas que representaban a varios navegantes importantes: Kupe, Magallanes, Cook, Tasman o Bougainville. Junto a ellas, un audiovisual mostraba las bellezas del país, sus costas, volcanes, bosques y montañas; junto a los viajes de los descubrimientos y sus diversos navegantes.
En la segunda sala, se proyectaba la grabación "Palos de lluvia" de Kiri Te Kanawa y la Orquesta Sinfónica de Nueva Zelanda combinada con imágenes de navegantes polinesios, colonizadores anglosajones y neozelandeses actuales, a bordo de diferentes tipos de embarcaciones. En la última sala, un video-wall con 144 pantallas muestra los contrastes del país desde el punto de vista turístico.
En la primera planta, una colección de cerámicas, realizadas expresamente para la Expo y con motivos volcánicos, hacían referencia a Colón y a los Reyes Católicos, así como la cultura de este país.
Tras el incendio que destruyó el pabellón de las Islas del Pacífico Sur, el pabellón neozelandés acogió las oficinas de administración y parte de sus objetos expositivos, además de ceder su escenario para los distintos espectáculos que estaban planificados.
En un recorrido cerrado con capacidad para 450 personas, la visita comenzaba tras cruzar un pequeño puente de madera que daba acceso a una cueva tras las rocas de la fachada. En la primera sala, de forma circular, se mostraban estatuas que representaban a varios navegantes importantes: Kupe, Magallanes, Cook, Tasman o Bougainville. Junto a ellas, un audiovisual mostraba las bellezas del país, sus costas, volcanes, bosques y montañas; junto a los viajes de los descubrimientos y sus diversos navegantes.
En la segunda sala, se proyectaba la grabación "Palos de lluvia" de Kiri Te Kanawa y la Orquesta Sinfónica de Nueva Zelanda combinada con imágenes de navegantes polinesios, colonizadores anglosajones y neozelandeses actuales, a bordo de diferentes tipos de embarcaciones. En la última sala, un video-wall con 144 pantallas muestra los contrastes del país desde el punto de vista turístico.
En la primera planta, una colección de cerámicas, realizadas expresamente para la Expo y con motivos volcánicos, hacían referencia a Colón y a los Reyes Católicos, así como la cultura de este país.
Tras el incendio que destruyó el pabellón de las Islas del Pacífico Sur, el pabellón neozelandés acogió las oficinas de administración y parte de sus objetos expositivos, además de ceder su escenario para los distintos espectáculos que estaban planificados.
En la actualidad, este curioso pabellón es sede del IEA, el Instituto de Estadística de Andalucía. Todos los elementos mecánicos como los pájaros, animales, olas y demás desaparecieron tras la Muestra Universal, perdurando solo las rocas, que servían, durante la celebración de Expo'92, de escenario donde actuaban nativos de la isla: los conocidos Maoríes.
Como modificaciones que ha sufrido el pabellón, cabe destacar los tragaluces que se instalaron frente a la fachada principal y los amplios ventanales de su parte posterior, necesarios para la adaptación del edificio a sus nuevos usos.
Como modificaciones que ha sufrido el pabellón, cabe destacar los tragaluces que se instalaron frente a la fachada principal y los amplios ventanales de su parte posterior, necesarios para la adaptación del edificio a sus nuevos usos.
1 comentario:
Lamentablemente, este es el estado, en que quedó, la expo 92, tras la última crisis economica del 92, en ruinas y abandonado durante, años, gracias a la incompetencia y corrupción, del Ayuntamiento de Sevilla, JUNTA DE ANDALUCIA, y gobierno central, ahora nuevamente la quieren sanear, nuevamente con el dinero de los contribuyentes, y abandonarla, nuevamente cuando se les antoje a nuestros gestores.
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