Arquitecto: David Misa
El pabellón de Yugoslavia se encontraba situado en la Avenida 4 o del Ombú, actual calle Albert Einstein, entre los pabellones de Rumanía y de Cuba.
La guerra civil que sacudió el país yugoslavo durante los primeros años de la década de 1990 hicieron tambalear su presencia en Expo'92. Su construcción comenzó el 20 de diciembre de 1991, apenas cuatro meses antes de la inauguración oficial de la Muestra Universal, obligando a reducir las dimensiones originales de los 1.200 metros cuadrados a 600 con un presupuesto de doscientos millones de pesetas.
También se redujo la zona expositiva del edificio, limitada a una sola planta, así como el uso de materiales prefabricados para su construcción.
El edificio constaba de una cubierta soportada por una estructura colgada con tirantes, sostenida por cuatro pilares que hacían la función de un "tronco de árbol". En su exterior, las fachadas estaban compuestas por paneles prefabricados y de cristal.
Tres meses después de la apertura del pabellón, en junio de 1992, Naciones Unidas decreta el embargo al país yugoslavo por la contienda militar librada en su territorio, lo que derivó en una serie de sanciones por parte del Colegio de Comisarios a la presencia yugoslava en la Isla de la Cartuja. Durante los siguientes días, se procedió a retirar del edificio la bandera de Yugoslavia, así como a la expulsión del país del Colegio de Comisarios, eliminando así su día nacional en la Expo'92 e, incluso su denominación como pabellón.
Pese a todos estas incidencias, el pabellón mostró un contenido dividido en cuatro áreas, que incluían descubrimientos e inventos científicos, objetos arqueológicos, pinturas al fresco y diversas esculturas.
En la parte científica se expusieron creaciones y descubrimientos de autores como Tesla: inventos tan importantes como el motor de inducción o el transformador de alta frecuencia, acompañados de fotografías y textos explicativos, así como las aportaciones de Milankovic, autor de la reforma del calendario juliano.
En la segunda parte se mostraban piezas arqueológicas originales y copias traídas del Museo Nacional de Belgrado, frescos de los principales monasterios de Serbia y Macedonia y distintas esculturas.
Una segunda planta cerrada al público estaba destinada a las oficinas del pabellón, que estaban a disposición de los empresarios yugoslavos, así como una zona reservada para personalidades. Un restaurante y una tienda de productos típicos completaba la oferta del pabellón.
Durante los últimos meses de la Exposición, los responsables del pabellón tuvieron la intención de desmontar el pabellón y llevarlo a su país de origen pero tras quedar vacío el proyecto, se procedió a su demolición en enero de 1993.
La guerra civil que sacudió el país yugoslavo durante los primeros años de la década de 1990 hicieron tambalear su presencia en Expo'92. Su construcción comenzó el 20 de diciembre de 1991, apenas cuatro meses antes de la inauguración oficial de la Muestra Universal, obligando a reducir las dimensiones originales de los 1.200 metros cuadrados a 600 con un presupuesto de doscientos millones de pesetas.
También se redujo la zona expositiva del edificio, limitada a una sola planta, así como el uso de materiales prefabricados para su construcción.
El edificio constaba de una cubierta soportada por una estructura colgada con tirantes, sostenida por cuatro pilares que hacían la función de un "tronco de árbol". En su exterior, las fachadas estaban compuestas por paneles prefabricados y de cristal.
Tres meses después de la apertura del pabellón, en junio de 1992, Naciones Unidas decreta el embargo al país yugoslavo por la contienda militar librada en su territorio, lo que derivó en una serie de sanciones por parte del Colegio de Comisarios a la presencia yugoslava en la Isla de la Cartuja. Durante los siguientes días, se procedió a retirar del edificio la bandera de Yugoslavia, así como a la expulsión del país del Colegio de Comisarios, eliminando así su día nacional en la Expo'92 e, incluso su denominación como pabellón.
Pese a todos estas incidencias, el pabellón mostró un contenido dividido en cuatro áreas, que incluían descubrimientos e inventos científicos, objetos arqueológicos, pinturas al fresco y diversas esculturas.
Obras del pabellón en marzo de 1992 |
En la segunda parte se mostraban piezas arqueológicas originales y copias traídas del Museo Nacional de Belgrado, frescos de los principales monasterios de Serbia y Macedonia y distintas esculturas.
Una segunda planta cerrada al público estaba destinada a las oficinas del pabellón, que estaban a disposición de los empresarios yugoslavos, así como una zona reservada para personalidades. Un restaurante y una tienda de productos típicos completaba la oferta del pabellón.
Durante los últimos meses de la Exposición, los responsables del pabellón tuvieron la intención de desmontar el pabellón y llevarlo a su país de origen pero tras quedar vacío el proyecto, se procedió a su demolición en enero de 1993.
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