Arquitecto: Abdelhamid Ayadi
El pabellón de Túnez se encontraba situado en la Avenida 5 o de los Arces, actual calle calle Charles Darwin, entre los pabellones de Argelia y de Kuwait y frente la estación sur del monorraíl.
Con el lema "Tolerancia y solidaridad", los encargados del pabellón de Túnez optaron por mostrar unos contenidos libres de audiovisuales y pantallas mostrando obras de arte romanas y réplicas de de algunos originales que se encontraban en museos tunecinos.
Sobre una parcela de 1.510 metros cuadrados y con un presupuesto de cuatrocientos millones de pesetas, el pabellón seguía la línea propia de la arquitectura del país, con el predominio de cúpulas, arcos y celosías, pintados con los colores del Mediterráneo: blanco y azul.
En el exterior, dos réplicas de mosaicos "Achille cazador" y "Bebe y vivirás", junto con algunas esculturas decoraban la entrada al edificio. En el interior, varios mosaicos con temáticas como el mar y los navíos, las creencias religiosas o el mundo del Nilo, se convertían en el contenido más destacado.
Entre los contenidos se mostraban piezas arqueológicas tunecinas, objetos islámicos de gran antigüedad, así como una exposición de mapas marítimos y de vistas de puertos del país. En la última zona expositiva, una gran pantalla mostraba los principales paisajes de Túnez y se recreaba la sala de una casa típica de pueblo.
El pabellón disponía, además, de una oficina de la agencia Tunisair en el exterior para informar a los visitantes sobre las ofertas turísticas del país; dos tiendas, una en el exterior y otra interior, así como un restaurante de comida típica.
Tras la clausura de la Exposición Universal y por su concepto de pabellón efímero, el edificio fue demolido a principios del año 1993.
Con el lema "Tolerancia y solidaridad", los encargados del pabellón de Túnez optaron por mostrar unos contenidos libres de audiovisuales y pantallas mostrando obras de arte romanas y réplicas de de algunos originales que se encontraban en museos tunecinos.
Sobre una parcela de 1.510 metros cuadrados y con un presupuesto de cuatrocientos millones de pesetas, el pabellón seguía la línea propia de la arquitectura del país, con el predominio de cúpulas, arcos y celosías, pintados con los colores del Mediterráneo: blanco y azul.
En el exterior, dos réplicas de mosaicos "Achille cazador" y "Bebe y vivirás", junto con algunas esculturas decoraban la entrada al edificio. En el interior, varios mosaicos con temáticas como el mar y los navíos, las creencias religiosas o el mundo del Nilo, se convertían en el contenido más destacado.
Proyecto para el pabellón |
El pabellón disponía, además, de una oficina de la agencia Tunisair en el exterior para informar a los visitantes sobre las ofertas turísticas del país; dos tiendas, una en el exterior y otra interior, así como un restaurante de comida típica.
Tras la clausura de la Exposición Universal y por su concepto de pabellón efímero, el edificio fue demolido a principios del año 1993.
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