PABELLÓN DE SUIZA

Arquitecto: Vicent Mangeat


El pabellón de Suiza se encontraba situado en la Avenida 3 o de las Palmeras, actual calle Marie Curie, entre los pabellones de Checoslovaquia y de Fujitsu.

Una torre de cartón reciclable y biodegradable de 39 metros de altura se elevaba sobre el cielo de la Cartuja como principal elemento del pabellón suizo frente a las gradas que presidían el edificio principal. 

En su exterior, destacaban las obras de diferentes artistas como las grandes fotografías de Balthasar Burkhard, que colgaban como banderas mostrando los sentidos de Suiza. Se encontraban también las esculturas "Emmental I&II" constituidas por dos tapas de queso de grandes dimensiones, además de un juego de seis "cuernos de los Alpes" que podían tocar los propios visitantes o la obra de Felice Varini creada sobre la propia fachada donde una circunferencia gigante unía todos los puntos del edificio y solo era apreciada desde una cierta perspectiva.

Suiza evitó los tópicos nacionales como el chocolate, el queso, sus bancos, las montañas y los relojes, mostrando en Expo'92 un pabellón cargado de cultura centrándose en su aspecto lúdico, autocrítico y, a veces, humorístico y surrealista con su lema "Suiza no existe". Por ello recibió multitud de críticas principalmente de los propios visitantes suizos y de políticos del país

El recorrido por el pabellón comenzaba en la planta baja tras cruzar la puerta-escultura del dragón, donde se encontraban un stand de información y la tienda del pabellón. En una vitrina se mostraban objetos relacionados con las costumbres populares y la música tradicional del país. En frente se exhibía el Óscar otorgado a los suizos H.R. Giger y Xavier Koller al mejor diseño escénico y conocidos por sus creaciones para películas como "Alien", como la silla que se exponía.

Un monitor mostraba la variedad musical popular en el país junto a la obra "Endlose Saule" compuesta por centenares de discos. Cuatro vacas suizas vigilaban la entrada de la segunda zona de exposición, donde se mostraban en monitores las distintas modalidades deportivas de Suiza y el túnel de 17 kilómetros que cruza el eje Norte-Sur del país, mostrando la concepción de la nación como país de tránsito.


Una gran maqueta de Suiza presidía esta sala donde se mostraban sus veintiseis cantones. En la primera planta destacaba la película "Der lauf der dinge" (Así andan las cosas) de 40 minutos de duración sin continuidad de principio y fin y con un toque humorístico, donde se mostraban cadenas de reacciones físico-químicas con objetos y explosiones aparentemente absurdas.

El recorrido continuaba en la segunda planta, que albergaba obras y un recuerdo de ciudadanos suizos célebres: Le Corbusier, Erasmo de Rotterdam, Borromini, Bota, etc.


La obra de Felice Varini
En el mes de septiembre de 1992, los responsables del pabellón anunciaban mediante un comunicado público la venta de gran parte del mobiliario y las obras expuestas en él para sufragar en parte el coste del pabellón.


Durante la Exposición Universal, se barajó la posibilidad por parte de los encargados del pabellón de ceder su edificio, el teatro y la torre de papel a la ciudad de Sevilla para su integración pero finalmente se logró vender todo el material del pabellón a particulares y empresas, incluyendo la gran torre de papel, que fue desmontada el 12 de noviembre del mismo año. Finalmente, la parcela que ocupaba el edificio quedó libre en el primer mes de 1993.

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