Arquitecto: Jaime Lorenzo y Manuel e Ignacio de las Casas
El Pabellón de Castilla-La Mancha se encontraba situado en el antiguo Paseo del Lago, entre los pabellones autonómicos de Aragón y de Canarias.
El pabellón que representó a la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha contó con un presupuesto final de 700 millones de pesetas y su arquitectura se basó en un edificio de planta rectangular y líneas sencillas, donde la madera era el elemento principal, recubriendo las fachadas exteriores y sirviendo de estructura para el edificio. En su interior, las salas surgían a partir de un gran patio central, separadas de él por paredes de cristal.
Los contenidos giraban en torno a la figura de El Quijote, hilo conductor utilizado para dar a conocer el pasado y el futuro de la región, estando presente mediante una estatua de hojalata junto a las figuras de Sancho y el caballo de madera "Clavileño", que colgaban sobre el patio central. El punto fuerte de los contenidos fue el artístico, pudiendo disfrutar de obras pictóricas de reconocidos artistas como El Greco, La Custodia de Arfe y diversas producciones de artistas del siglo XX.
En la planta baja se ubicaba también una sala de proyección con capacidad para 60 personas sentadas, donde se representaban imágenes de momentos históricos de España donde la región castellana ha tenido gran protagonismo.
Desde un principio, el pabellón iba a correr la misma suerte que los de Aragón o Asturias, volviendo a su comunidad autónoma (De hecho, su estructura y fachadas de madera estaban pensadas para facilitar la labor de desmontaje y transporte) pero fue incluido en el parque temático 'Cartuja. El Parque de los Descubrimientos', donde sirvió de sede a la Fundación Mapfre Vida (Empresa aseguradora de la Expo '92 y de Partecsa) para destinarlo a fines culturales. Con motivo de la inauguración del parque temático en 1993, Mapfre organizó una exposición en su interior con obras del pintor José Gutiérrez Solana y, hasta el cierre del Parque de los Descubrimientos, se sucedieron distintas exposiciones artísticas.
Finalmente, fue demolido, como la mayoría de los pabellones autonómicos, en el año 1998 por la ampliación de los aparcamientos de Isla Mágica.
Los contenidos giraban en torno a la figura de El Quijote, hilo conductor utilizado para dar a conocer el pasado y el futuro de la región, estando presente mediante una estatua de hojalata junto a las figuras de Sancho y el caballo de madera "Clavileño", que colgaban sobre el patio central. El punto fuerte de los contenidos fue el artístico, pudiendo disfrutar de obras pictóricas de reconocidos artistas como El Greco, La Custodia de Arfe y diversas producciones de artistas del siglo XX.
En la planta baja se ubicaba también una sala de proyección con capacidad para 60 personas sentadas, donde se representaban imágenes de momentos históricos de España donde la región castellana ha tenido gran protagonismo.
Finalmente, fue demolido, como la mayoría de los pabellones autonómicos, en el año 1998 por la ampliación de los aparcamientos de Isla Mágica.
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